Ir a Nueva York, fue como un sueño hecho realidad, algo que no me podía creer hasta que aterrizó el avión y en unos instantes estaba en la quinta avenida mirando a mi alrededor; mil anuncios, gente de todo tipo por la calle, todos juntos, muchisimas tiendas abiertas a las 11 de la noche. Allí estábamos mis padres mi hermana y yo los cuatro alucinando y contemplando el panorama...
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